domingo, 21 de septiembre de 2014

No puedes culparme por soñar, soy un soñador

El talento creo yo que no es un don divino. El talento nace del corazón, de esa pasión que uno mismo va alimentando a diario en cualquier área que despierte interés. Esas fuerzas que los sueños despiertan en el interior y que nos motivan a luchar pese a todo, las críticas, los rechazos y el temor a fracasar; es ese temor que perdí hace un tiempo. Aprendí a soñar sin límites y es eso lo que me hace a diario luchar por mis sueños y es algo maravilloso poder enfrentarme a mis propios temores y sacar los límites que son en vano. ¿Quién determina el límite de un sueño? Es esas cuestiones en las que me pongo a pensar mientras reflexiono que solo tengo 16 años y una vida para cumplir mis sueños, recién comienzo en el mundo de los comics y voy a seguir para enfrentarme a lo que sea.
 Quiero ser eterno, logrando esa inmortalidad que los grandes artistas logran con esfuerzo y dedicación diaria. Pueden parecer sueños exagerados y quizás infantiles pero, no puedes culparme por soñar, soy un soñador.

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